Recuerdo con gran satisfacción aquel día caluroso veraniego de 2002, cuando por primera vez, me presentaba a un grupo de 35 estudiantes de primero y 30 estudiantes del tercer semestre del Bachillerato Integral Comunitario 02 al cual pertenezco desde hace siete años; mi expresión y mi voz delataron el pánico escénico imposible de ocultar al presentarme como el nuevo maestro de Matemáticas. Dentro de mí, me asaltaba la idea del enorme reto que representaba ser el segundo maestro de esta asignatura, pues según mis primeras indagatorias, todo parecía indicar que mi excolega que por razones personales había dejado la vacante, era un excelente maestro y esto sin lugar a duda me ponía aún más entre la espada y la pared.
Como es típico, cuando fuí contratado para ocupar la vacante, el curso de inducción para asesor-investigador duró una semana sin un sustento metodológico-pedagógico, motivo por el cual llegué sin saber como realizar una planeación o una programación secuencial didáctica, razón de que al estar en el primer día no tuve más opción que platicarles parte de mi vida personal y profesional y darles a conocer el contenido programático, siendo un fracaso total al no tener una respuesta favorable por parte de ambos grupos.
Quería correr y desaparecer a toda costa, pero con la ayuda de mis experimentados colegas, me fuí induciendo y formando en la práctica hasta recuperar la confianza y el autoestima perdida en el primer día. Para la segunda semana laboral había conseguido la confianza total y la seguridad frente a grupo.
Esta hermosa profesión nos enseña como atinadamente manifiesta José M. Esteve, a revalorar la importancia y pertinencia que tenemos nosotros como formadores sociales, con un alto sentido humanista y que gracias a ella formamos vidas humanas en pro de una mejor calidad de vida.
Cada uno de nosotros desde nuestras trincheras, tenemos la posibilidad de encauzar conocimientos, ideas, habilidades y cualidades acorde a las nuevas tendencias educativas, pero en nosotros queda la necesidad de formarnos con calidad y calidez...Sólo pienso que este futuro está a la vuelta de la esquina.